Extremistas y radicales anónimos utilizan las redes sociales y foros on line para afianzar y propagar sus mensajes de racismo para fomentar un odio extremo que les hace sentirse más fuertes
“Los negros tienen un coeficiente intelectual más bajo, un reducido control de sus impulsos mas bajos y los niveles de testosterona más altos”. “Los verdaderos racistas son los negros”.
Estas son sólo algunas de las afirmaciones relacionadas con el sospechoso que los investigadores de la denominada masacre de Charleston (ocurrida recientemente en Carolina del Sur) han descubierto.
Más negros
Recordemos que lo acontecido en esta ciudad norteamericana fue perpetrado por Dylann Roof, un joven blanco de 21 años al que se le ocurrió entrar un día en una iglesia afroamericana y matar a los allí congregados durante su culto religioso.
Es difícil encontrar una explicación a lo sucedido, aunque el asesino comentó posteriormente en su web que “elegí Charleston porque es la ciudad más histórica de mi Estado y porque tenía la tasa más alta de negros sobre blancos en el país”.
Odio y KKK
Casi desde el principio de los tiempos, por desgracia, el racismo ha sido una tendencia e incluso un pensamiento que ha acompañado siempre al ser humano. Es una cuestión relacionada con la superioridad que siente una persona y cómo es capaz de imponerse a otra, haciéndole sentirse inferior por cuestiones -aparentemente insignificantes- como su raza, procedencia, religión… o cualquier absurda excusa. El rechazo y el odio, en definitiva, es el pretexto principal para hacerle daño al otro o cometer cualquier barbaridad.
Por ello, el fenómeno del racismo no nació con la esclavitud ni con el movimiento del Ku Klux Klan, sino que a largo de la historia se ha ido disfrazando de religión, de conquista, de expansión colonial, de desarrollo, de múltiples ideologías…
Ciberacismo
En nuestros días y debido a la existencia de las Redes los mensajes de esta índole se esparcen a una velocidad muy superior y llega a un mayor número de personas que la comparten, dando lugar al fenómeno que incluso se ha venido a llamar ciberacismo.
Según las fuentes oficiales, en todo el mundo existen unas 10.000 páginas en Internet que se dedican a propagar mensajes relacionados con el odio, la xenofobia o el racismo. Por su parte, en España se concentran más de dos centeneras de blogs y páginas webs y otras 200 redes sociales que también promulgan estas ideas con el fin de conseguir más seguidores y avivar pensamientos relacionados con la supremacía del hombre blanco, que es el eje común de todas estas páginas.
Orgullo Blanco
Una de las primeras, y más conocidas, webs racistas de todo el mundo (datada en marzo de 1995) fue abierta por un ex miembro del KKK y del partido nazi americano en los 70, llamado Stephen Donald (Don) Black, a la que denominó Stormfront.
Bajo el lema “Orgullo Blanco Mundial” la página (de la que Black sigue siendo su actual webmaster) ha llegado a convertirse en todo un referente del racismo y de la estimulación a la intolerancia.
Al respecto de este asunto, la Universidad Internacional de Valencia (VIU) ha elaborado recientemente un estudio al respecto de la cual ha concluido que la discriminación étnica y el racismo en Internet “alcanza cotas de enorme preocupación, avanzando en países que se suponen más desarrollados. Por eso, Internet se ha convertido para grupos racistas y neonazis en un lugar de difusión y provocación a la discriminación, al odio y a la violencia, contra personas y colectivos sociales, bien por motivos racistas, antisemitas, homófobos, por ideología o cualquier otra forma conexa de intolerancia”.
Racismo y Redes
Las redes más usadas por las personas afines a argumentos extremistas siguen siendo los chats y foros digitales donde se sienten más fuertes porque además saben que no están solos. Eso les hace más fuerte. Por su parte, los que fomentan estas páginas web las utilizan para “vender” mensajes cada vez más radicales y extremos sobre racismo y odio, haciendo creer al resto que todo va a más y que son un grupo fuerte que va creciendo.
Lo que sí han crecido son los delitos relacionados con el odio que, en el último año en España, según los informes oficiales, aumentaron en un 10% superando los más de 1.200.
El anonimato les hace sentirse más poderosos y esconderse bajo seudónimos que, de otra forma o de manera individual, no serían quizás capaces de emprender. Por ello, las Fuerzas de Seguridad deberían combatir cada día más contra estas webs y llevar a cabo una vigilancia continua contra este tipo de páginas que fomentan actuaciones que llegan a promocionar actuaciones constitutivas incluso de delitos.
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