Los milagros no son compatibles con la ciencia, asegura el divulgador Stephen Hawking y, por lo tanto, niega la existencia de un posible dios con total rotundidad. ¿Es la Iglesia la que lleva la razón en estas cuestiones o los científicos que aportan datos empíricos?
La ciencia trata de demostrar la existencia de un probable dios. ¿Es posible o en realidad estamos todos equivocados? Y ante todo ¿qué pruebas se podrían aportar para demostrarlo?
Por supuesto, es un tema muy complejo pero al que se recurre, en determinadas ocasiones, con el fin de desestimar o dar la razón (dependiendo la teoría o razonamiento que, en cualquier caso, se defienda) a la nueva hipótesis propuesta.
Hawking y su negación
En esta ocasión, el que habla de dios no es cualquier persona ni un predicador o charlatán anónimo. Se trata del divulgador y científico británico más reputado de nuestro siglo, Stephen Hawking, quien ha negado de forma rotunda la existencia de ese dios.
Su afirmación categórica y contundente se basa en que “si estamos muy cerca de lograr el objetivo de entender el origen y la estructura del Universo, ningún aspecto de la realidad está ya fuera del alcance de la mente humana”. Por lo tanto, su conclusión es que “no hay ningún dios. La religión cree en los milagros, pero éstos no son compatibles con la ciencia”.
Creación fantaseada
Y sin pestañear. Y a partir de aquí parece que ya está dicho todo pero, claro está, la Iglesia, negará tales teoremas relacionados con orígenes, a su parecer, “dispersos” y nada útiles sobre nuestra existencia.
Se aferrará además a ese origen de la creación que recoge la Biblia y que describe –con ciertas dosis de fantasía y toques de sobrenatural- los comienzos de la Tierra, la vida, el primer ser humano, Adán, Eva… decididos sin más por una deidad superior.
Claro está, es una creencia que, afortunadamente como todas, es opcional y muy personal, pero ¿demostrable? Y en cuanto a praxis no se trata de un libro escrito por supuestos hombres de hace siglos ni presuntos milagros o apariciones, sino teorías empíricas que aporten pruebas objetivas y así acabarían con suposiciones y debates innecesarios.
¿Y tú qué opinas al respecto?