Requena: «Nuestra misión es informar pero no somos activistas» (II) #periodismoIPECC

La Guerra de Afganistán, la deshumanización del periodismo hoy día, la crisis en las redacciones de los diarios o la necesidad de emisoras públicas independientes fueron algunos de los temas que se trataron durante el evento

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La última de las conferencias del “Ciclo Periodistas y Periodismo” (#periodismoIPECC), organizado por la IPECC, la FAPE y la Agencia EFE, estuvo dedicada al interesante tema de los «Periodistas de Guerra».
Sus protagonistas fueron tres grandes profesionales muy curtidos en este terreno: Olga Rodríguez, periodista del Diario.es y escritora especializada en Oriente Medio; Pilar Requena, redactora del programa de TVE “En Portada” y durante 25 años en los Servicios Informativos en el Área Internacional; y Javier Martín, redactor jefe del Área de Internacional de la Agencia Efe.
requenaRequena explicó cómo en Afganistán primero se nos recibió con los brazos abiertos porque se nos envió por mandato de la ONU aunque –en su opinión- esa oportunidad la perdimos porque “no respetamos sus costumbres y derechos humos. Además, pusimos en el poder (otro gran error) a los señores de la guerra, unos criminales, por lo que la población tuvo que soportar a quienes habían violado esos derechos. La otra parte de la Guerra de Afganistán la hemos perdido en los medios de comunicación con los asesinatos, atentados, violencia a la mujer, bombas… pero no hemos visto la otra cara: hay escuelas donde van mujeres, hay mayor escolarización, por fin esas mujeres forman parten del Parlamento Afgano y eso ya es un paso, aunque queda mucho… Yo, particularmente, no soy muy optimista. Creo que hay que negociar con los insurgentes (que hay de muchos tipos) pero si nos vamos sin negociar, tampoco hay mucho futuro y Afganistán dejará de estar en primera línea del periódico y, en unos años, tendremos que volver allí. Eso es lo más terrible, que está ocurriendo en una sociedad donde más acceso a la información se tiene pero de la que no se informa hace años”.

Deshumanización

A este respecto, Rodríguez aludió al tema de la deshumanización del periodismo: “lo importante es qué se considera noticia, ya que el hecho de que todos los días mueran iraquíes no es importante en una redacción ni si es un número escaso de muertos. Y eso ocurre porque cada vez menos periodistas están en el terreno. Si el director del periódico estuviese en esa guerra sí lo entendería porque para explicar una realidad hay que vivirla; no explicar una guerra como si fuera una peli de acción”

En cuanto al asunto de la crisis en el periodismo, la redactora del Diario.es opinó que ha empezado mucho antes de lo que pensamos “y lo sabemos en Internacional. La información es una derecho fundamental, un servicio público pero en el momento en que entra en Bolsa se convierte en un negocio y se empieza a recortar para conseguir máximos beneficios económicos en menor plazo de tiempo. Esto afecta mucho a los corresponsales y enviados especiales”.
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En definitiva, cuando la prioridad principal de un medio de comunicación deja de ser la información de calidad, empieza a haber recortes, se cierran corresponsalías y se recorta la figura del enviado especial, ya que se comienzan a utilizar las agencias de información internacional (Reuters y AP). Sin embargo, las repercusiones de esta situación, tal y como confirma Rodríguez, son la “uniformidad de la información, ya que vemos la realidad sólo a través de dos grandes ojos, no hay pluralidad. Por eso, ahora es impensable estar en una redacción y pasarte unos cuantos meses como corresponsal en un país extranjero”.

Defender derechos humanos

Otro de los problemas del periodismo actual que detecta esta periodista es la ausencia de partidismo en defensa de los derechos humanos. Es decir, a su juicio, “no se puede situar al mismo nivel al asesino/asesinado, violador/violado, etc… y, desde el periodismo, en los conflictos debemos ser más consientes de ellos y tomar más partido por la solidaridad y los derechos humanos”.

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Por su parte, Requena defiende, al respecto, que “debemos denunciar y sí ser defensores de los derechos pero somos periodistas y no activistas. Somos los ojos de los demás y nuestra misión es transmitir, de forma honesta, pero con cuidado de no traspasar la frontera entre el periodismo y el activismo. Y últimamente esto se está mezclando en exceso. Hay que convivir con la gente de un conflicto pero no podemos sentir nunca lo que sienten ellos porque nosotros nos vamos a ir de allí. Nosotros elegimos ir a esa guerra, pero ellos están en ese conflicto. Por eso, nuestro trabajo es observar, denunciar, contar… y eso hay que tenerlo claro”.

Sociedades libres

Haciendo una comparación con la situación de la Televisión Griega y la necesidad de una emisora pública en nuestro país, el periodista de la Agencia EFE opina al respecto que la información es un derecho que tenemos como ciudadanos y deber ser eficaz, al igual que transmitir la realidad lo más neutral posible, es decir, que sea pública, de todos y comprometida con los derechos. En este sentido, Martín aconseja que “hay que defender que tengamos medios públicos, independientes, que defiendan los derechos de los ciudadanos, por la razón de que sólo la información hace sociedades vivas. Cuanto más sepamos y transmitamos, tendremos sociedades más cultas y menos manipulables, más concienciadas y sanas”.

Libertad de prensa versus Democracia

No hay mucho de qué presumir ni qué celebrar en el Día Mundial de la Libertad de Prensa cuando miles de periodistas están muriendo o están encarcelados en distintas zonas del mundo

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Libertad de prensa no es sólo un derecho y unas garantías que exija todo medio de comunicación. Es un deber que deberían conocer todos los ciudadanos con el fin de que pudiesen reclamar que se publicasen informaciones libres y sin censura previa.
Sin embargo, esto no siempre sucede así y, en algunas ocasiones, los periodistas, se sienten acosados –si no hostigados- por el mero hecho de escribir en primera persona y contar lo que está ocurriendo.
El 3 de mayo se ha fijado oficialmente como el Día Mundial de la Libertad de Prensa y en este año 2013 se celebra su veinte aniversario. Pero ¿Realmente hay algo que festejar? ¿Existe esa tan buscada autonomía periodística proclamada por la Asamblea de Naciones Unidas allá por el año 1993? Los datos responden por sí mismos.

Armas son palabras

La Asociación Reporteros sin Fronteras (RSF) publica anualmente una lista de países en los que ejercer la labor de periodista se convierte en toda una odisea que, en muchas ocasiones, se paga con la vida. Estos reporteros no son militares ni guerreros ni llevan armas ni están combatiendo sólo quizás denunciando de la forma que saben hacerlo: con su cámara, sus micrófonos, sus reportajes, sus palabras… y parece que estas herramientas son mucho más molestas que los artefactos mortíferos o, quizás, es que hacen más daño.
 censuraEn el último informe anual de esta asociación se asegura que un total de 88 profesionales de la información murieron el pasado año ejerciendo su trabajo. A ellos, hay que unir los 47 periodistas asesinados; casi 2.000 amenazados y atacados; 879 detenidos y 38 secuestrados. Otra cuestión importante, que no debemos olvidar, son aquellos a los que se les encarcela, simplemente porque el Gobierno del país en el que están trabajando decide que son “elementos molestos”. Y en esta categoría, encontramos en la actualidad a un total de 300 periodistas encerrados en todo el mundo, “sobre todo en cárceles de países dictatoriales o autoritarios como Irán, China, Vietnam o Eritrea. También en otros países considerados como democráticos, tales como Turquía, que se ha convertido en la mayor cárcel del mundo para periodistas, con más de 70 encarcelados en estos momentos”, confirman desde Reporteros Sin Fronteras.

Sin juicios

Lo más grave de esta situación, si es que puede haber algo peor que estar en una prisión por ejercer tu profesión, es que para estas personas no han existido acusaciones formales ni juicios de ningún tipo. RSF confirma que en algunos casos “llevan más de 10 años en prisión, sometidos a durísimas condiciones de vida, sin ver a sus familiares y sin tener contacto con el exterior. También los hay en celdas de aislamiento o situaciones de tortura”.
censura_1Quizás no hay que irse tan lejos para vivir el día a día de la censura periodística: cuando te vetan la entrada a una conferencia o rueda de prensa; cuando te prohíben hacer preguntas; en el caso de que no puedas escribir con libertad lo que está ocurriendo o incluso tengas que hacerlo gratuitamente y estés devaluando tu profesión… hay muchas formas de acabar con la libertad que rige el principio fundamental de una profesión tan importante como fundamental en toda sociedad que se preste y presuma de democrática.

Lorenzo Díaz: “Cuando hay una mala gestión empresarial ocurre la tragedia periodística”

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De “tragedia” calificó el experto en Sociología de la Comunicación y director de Cultura en Onda Cero, Lorenzo Díaz, el reciente cierre de la emisora Punto Radio, capitaneada por Luis del Olmo, de quien afirmó que “era y es genial. Pero cuando un grupo de prensa entra en otro territorio -el de la empresa- ocurre esto”.

Por tanto, la maga gestión empresarial y, por ende, la crisis, protagonizó la apertura del segundo de los actos organizados por la IPECC, la FAPE y la Agencia EFE, bajo el título “Periodistas y Periodismo”. En esta ocasión, “La radio en España” fue el tema principal que centró la mesa redonda, moderada por Aurelio Martín, vicepresidente de la FAPE.

lorenzodiazEn su repaso por el papel que la radio ha ejercido a lo largo de las últimas décadas en nuestro país, Díaz no dudó en afirmar que este medio es el espejo en el que siempre se ha mirado la sociedad española. “Todos los días, más del 60% de la población de clase media-alta sigue la radio y la oye en diferentes lugares. Ha sido el primer electrodoméstico que entró en los hogares españoles. Ha seguido la marcha de nuestra democratización desde que apareciera en los años 20; y ha ejercido siempre una función metabólica”.

Más credibilidad

A su juicio, es el medio de comunicación con mayor credibilidad social y el más idóneo para hacer publicidad. “Su importancia hizo que, incluso, durante la guerra –cuando todos los medios fueron suprimidos por Franco– la radio siguiera funcionando”.

Respecto a los principales maestros y escuelas radiofónicas del país, el sociólogo quiso destacar Radio 3 como una de las primeras instituciones donde aprendió a hacer literalmente radio y de donde salieron muy buenos periodistas.

Por supuesto, Díaz también resaltó a los que él mismo denominó “los tres flautistas de Hamelín: Luis del Olmo; José María García y Carlos Herrera. Sus oyentes les seguían…”.

Influencia nacional

El debate contó además con la inestimable presencia del escritor y periodista de la Cadena Cope, Luis del Val, que también relató numerosas anécdotas de sus años de luisdelvalexperiencia radiofónica y, sobre todo, recomendó a los asistentes que “el entusiasmo no se debe perder nunca”. Y la definió de forma tan precisa como “el descanso de los ojos y el trabajo de la imaginación”.

De igual forma, subrayó la influencia que tiene la radio en nuestro país, circunstancia que no existe en ninguno otro, donde son muy regionales y no ocupan todo el territorio nacional ni tienen la influencia ni audiencia que experimenta en España.

También recordó cómo se pasó en los años 80 de una emisora más imperial (RNE) a una más enfática y abierta, donde había que hablar un perfecto castellano y no se permitían acentos.

O cómo en los 70 el personal de los medios escritos era más culto que el de radio, al igual que los oyentes a los que se dirigían. Pero esto cambió, y la entrada de periodistas en el medio radiofónico hizo que se elevara el nivel de ésta.

Un futuro con salud

Pero… ¿y el futuro? También fue una reflexión a la que hizo alusión el vicepresidente de la FAPE, introduciendo el tema para que fuese abordado en la mesa de debate.

El sociólogo consideró que “la radio está bien tal cual está. En estos momentos, mientras otros medios (prensa, televisión) lo pasan mal, la radio vive un buen momento, goza de buena salud porque es un negocio más pequeño”.

Por su parte, Del Val, abogó por un futuro basado en la ligereza tecnológica (móviles, por ejemplo, para retransmitir cualquier evento que esté pasando) como una gran ventaja. Sin embargo, respecto a la situación del periodismo en sí la considera muy negativa. “Lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer, y no sabemos cómo va a acabar todo esto”.

Díaz confirmó que en estos momentos de crisis la radio “es la que aún mantiene el tipo y su publicidad, aumentando sus oyentes cada mes. El 80% de las personas se informan por la radio y la televisión. Está claro que el periódico llega hoy día muy tarde”.